Quién soy
TLDR;
🤝 Hola! Soy Nicolás Castro, ingeniero de software especializado en aplicaciones backend.
💻 Apasionado por el diseño de soluciones escalables, alto impacto y de bajo mantenimiento.
⌛ Cuento con más de 17 años de experiencia en análisis de requerimientos, diseño y desarrollo de aplicaciones web y desktop.
👨👩👦👦 Padre de 2 pequeñas gigantes.
🌱 Amante de la naturaleza y de los procesos sustentables.
Un poco más de detalle
Aquí te contaré mi historia de vida. Si quieres consultar mi historial laboral, visita mi perfil de Linkedin.
Nací, crecí y vivo en Argentina. A los 7 años decidí que iba a dedicarme a la programación: me fascinaba escuchar y leer acerca de las maravillas tecnológicas que emergían a principios los años 90. Durante esa década, Internet se popularizó en todo el mundo, y Bill Gates y Linus Torvalds se impusieron como gurúes en este campo, y así perduraron. Las computadoras se volvían año tras año más potentes pero al mismo tiempo más atractivas para el consumidor final, y proliferaban en todos los sectores empresariales. ¿Cómo no sentirme atraído ante tal fenómeno?
Entre los 10 y los 11 años y sin contar con una computadora, comencé a practicar tipeo en una caja de cartón que tenía una hoja impresa con la figura de un teclado. Un año después recibí una computadora como regalo de navidad (deduzco que mis padres se habrán compadecido de mí tras verme durante varios meses golpear ese teclado imaginario). A mis 12, habiéndome aburrido de las aplicaciones que venían instaladas en el equipo, comencé a explorar el disco de instalación de Windows 98, y en éste encontré el ejecutable de Quick BASIC. Escribí con él mi primer programa, aprendiendo de los ejemplos de código y unos manuales de informática de la biblioteca de la escuela. Este programa era un reloj que dibujaba líneas y figuras en color en la consola utilizando el modo gráfico; nada útil pero muy divertido! Y fue un viaje sólo de ida. A mis 15 años tuve mi primer encuentro con el desarrollo en GUIs. Estuve cerca 4 meses trabajando en una aplicación que permitía encender y apagar luces LED utilizando el puerto paralelo hasta que, tras tantas pruebas y conexiones, quemé el puerto. Valió la pena. Luego escribí un keylogger para jugarle malas pasadas a mis amigos y hacerles creer que podía adivinar sus contraseñas, programa que tuve que destruir luego de contarles mi secreto, ya que comenzaron a pedírmelo para otros fines. Ese fue mi primer y último acercamiento al hacking (al menos fue ético).
Habiendo superado esta etapa lúdica y finalizado la secundaria, comencé mis estudios universitarios. A los 20 años conseguí mi primer empleo en un organismo gubernamental. Trabajé varios años allí y desarrollé decenas de aplicaciones de escritorio y, durante el último tiempo, de análisis de datos vía web. En paralelo, comencé mi viaje como emprendedor, lo que me permitió conocer la cocina de diferentes sectores productivos: desde inmobiliarias, seguros, laboratorios, construcción e incipientes software factories hasta grandes agencias de noticias. Fueron estos proyectos los que me permitieron aprender en detalle aspectos clave de las tecnologías web como seguridad, concurrencia, SEO, y algunas cuestiones básicas de infraestructura.
En el 2020 me ofrecieron un nuevo gran desafío: crear una oficina de análisis informático forense. Esto me llevó mucho trabajo y dedicación: definir protocolos, canales de comunicación y principalmente, capacitarme para tal labor. Un año después había peritado casi 900 dispositivos móviles y brindado asesoramiento en cientos de investigaciones judiciales. Finalmente consolidé un equipo de trabajo y todo comenzó a funcionar en piloto automático.
El trabajo remoto originado por la pandemia junto con un ferviente deseo de nuevos desafíos fueron el puntapié inicial para dar un giro de 180 grados y probar suerte en compañías tecnológicas. En esta nueva etapa tuve la la dicha de realizar una carrera acelerada como ingeniero de software en compañías como Avature, GoIntegro y Stadium Goods, para luego dar un nuevo salto a posiciones de líder técnico en Pickit y, recientemente, Zumba. En esta nueva etapa me centré en aspectos arquitectónicos como diseño dirigido por el dominio y microservicios, cuyas virtudes cambiaron radicalmente mi forma de ver y analizar cómo estructurar un proyecto y cómo lograr que diferentes componentes de software interactúen de forma distribuida y consistente, sin perjuicio de los mecanismos de comunicación que implementen.
¿De qué disfruto?
De generar buena energía en un equipo de trabajo
Me gusta escuchar y conocer a mi equipo. ¿Tuviste una nueva idea? Cuéntamela. ¿Necesitas ayuda? Cuenta conmigo.
De luchar para democratizar y achatar las pirámides organizacionales
Es increíble lo que se puede lograr cuando líderes y colaboradores se sientan en la misma mesa.
De nuevos desafíos que busquen un cambio positivo en la sociedad
Creo que fue Warren Buffet quien dijo “no te centres en el precio, sino en el valor”. Desde mi punto de vista, el mayor valor de una organización es su misión: que busque mejorar la vida de las personas, y que realmente trabajen para ello. Las compañías que triunfan, en mi opinión, son las que se centran en generar ese cambio y transformación, más que en maximizar las ganancias.
De probar nuevas tecnologías y arquitecturas, y llevarlas al límite
¿Es su estructura flexible? ¿es fácil escribir pruebas automatizadas? ¿cuánto escala? Y en base a lo anterior: ¿es esta tecnología adecuada para este proyecto?.
Pero más importante que todo lo anterior…
…De pasar tiempo de calidad con mi familia y amigos y cocinarles algo sabroso, hacer ejercicio y, de vez en cuando, escribir un pequeño programa off-topic un viernes por la noche. De vivir esos momentos que son efímeros pero le dan sentido a nuestra vida.
Ninguna compañía suficientemente madura quiere que sus empleados posterguen su vida personal por el trabajo.
¿Por qué escribo este blog?
Durante mi carrera he respondido varias veces las mismas preguntas, y re-aprendido los mismos conceptos (mi memoria a largo plazo no es muy buena). Es por esto que decidí comenzar el blog: en parte para ayudar a las personas que estén pasando por algo que yo he pasado, y en parte para recordar lo que he aprendido. Con el pasar de los meses descubrí que además es una excelente forma de canalizar mi creatividad y de organizar mis pensamientos. Así que si aún no lo has hecho, te recomiendo que comiences tu propio blog :).