Antropomórfica, cuadrupeda, o arácnida, hable o no. El único requisito es que no tengan pinzas que puedan aplastar mi cabeza (es que quedé traumado de niño con esa mítica escena de Robocop 2).

El hecho es que las empresas se están quedando sin datos para entrenar a los LLM. Los humanos, en contrapuesto, aprendemos de nuestro entorno, al igual que cualquier otro bio-organismo. Se estima que absorbemos alrededor de 20MB de información por segundo a través de nuestro nervio óptico.

No, es obvio que no van a dar androides en adopción, no. Te lo van a vender y cuando lo enciendas tendrás que aceptar los términos de uso y política y privacidad, y tendrá la opción “permitir que recolecten datos de uso” activada por defecto.

Esa información será acumulada en un gran (enorme) centro de datos. Y desde luego que se usará para entrenar a los nuevos modelos. Y obviamente los sanitizarán y venderán a otras empresas. Esta falta de información será quizá el empuje que faltaba para dotar de percepción en tiempo real a los LLM de forma comercial. Pero no sólo a través de androides: tu auto, tu dispositivo móvil, las cámaras de seguridad de tu casa. Todo comenzará a tener integración con LLMs, estimo yo, de aquí a diez años.

Es esto bueno? Malo? Quién sabe. La realidad es que hace ya más de una década que las empresas tecnológicas recogen “métricas de uso”, escuchan tu micrófono y echan una “ojeadita” a tu cámara de tanto en tanto. Y, salvo excepciones, parecería que al volumen mayoritario de usuarios no les molesta.

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